A vueltas con Tele 5, la telebasura y Pablo Herreros…

Después de haber publicado hace escasamente una semana el post relativo al movimiento en las redes sociales para pedir a las marcas que dejaran de anunciarse programas telebasura (y en el caso concreto de La Noria, por pagar a una persona para que hablara de un delito), leo esta entrevista a Pablo Herreros en Puro Marketing y me parece apropiado reproducir algunos párrafos y poner el enlace a la entrevista completa.

Gracias Pablo Herreros, gracias Puro Marketing.

Pablo Herreros: «Este es un movimiento que ha conseguido algo que hasta ahora nunca había pasado»

«Nunca imaginé que una propuesta tan naíf iba a ser compartida por miles de personas. Surgió porque me repugna ese paso de más que un día dio la televisión, y hace tiempo que me revuelvo cuando veo temas como el de Farruquito paseándose por los platós para ganar dinero y hacer más daño a la familia de Benjamín Olalla. Así que un día que escribí sobre un reportaje que Cuatro le hizo al bailaor, el post fue portada de menéame, y uno de los comentarios más brillantes me dio la idea para el tema de La Noria: “en vez de poner el acento en los espectadores o la cadena, ¿por qué no apuntas a las marcas?”. Casi un año después recordé aquel consejo y decidí ponerlo en práctica y hacer un llamamiento a las que –involuntariamente en muchos casos- habían financiado la publicidad que permitía pagar a la madre de un criminal por ir a la TV a hablar del crimen cometido por su hijo, El Cuco.»

«Creo que por fin se ve que las personas tenemos un trocito cada vez más grande de la conversación. La web social ha llegado para quedarse, y eso es algo que cada vez más marcas sienten como natural.»

«Esto es un movimiento que ha conseguido algo que hasta ahora nunca había pasado: que las marcas escuchen de verdad al consumidor en una reclamación que no les favorecía. El primer paso creo que puede haber sido histórico, aunque es muy temprano para analizarlo. Pero tras la reacción tibia de TeleCinco, falta por ver cuál va a ser la evolución del tema estas próximas semanas, y ello dependerá de las marcas y de cómo evolucionemos los que participamos de esta demanda.»

«Nadie pide que La Noria sea un espacio literario. Puede seguir siendo ese circo de personajes raros y ese revoltijo de voces que se gritan, y es respetabilísimo que la gente lo vea, porque además tiene mucho ritmo y es entretenido. Pero una cosa es el juego de los sentimientos y los personajes, y otra es que se cruce esa barrera de pagar por una entrevista a alguien que va a hablar de un delito. Nuestros hijos no pueden crecer viendo que cometer un delito proporciona fama y dinero, porque es un sinsentido. Si no se para esta rueda, ¿lo próximo podría ser ver un asesinato en directo? La audiencia no lo justifica todo, por mucho mando a distancia que haya. Los profesionales de la televisión tienen una responsabilidad y deben ejercerla, creo.»

«¿Que algunas lo han hecho por ganar publicidad gratuita, por miedo…? Perfecto, ¿y? ¿En qué consiste la gestión de una marca? Entre otras cosas, en tener sensibilidad y saber qué esperan los consumidores de tu marca, ¿no? Pues tener cintura y escuchar es uno de los aciertos de las marcas que han retirado su publicidad. Y haciéndolo demuestran tener valores.»

«La Noria decidió envolverse en la bandera de la libertad de expresión, en la del daño a sus 100 trabajadores y en los grandes personajes que han pasado por el programa. Creo que esos ropajes pretendían sustituir una explicación real, porque no abordaron la cuestión que se les planteaba: nadie cuestionaba la libertad de expresión, ni nadie pretende censurar contenidos, como intentan hacer creer. Lo que se censura, y de ahí la fuerza de esta iniciativa –que respaldan por igual personas y marcas-, es que se pague a una persona por hablar de un delito en televisión (según han publicado varios medios, la madre de El Cuco cobró en torno a 10.000€).»

Hasta la próxima.


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